martes, 12 de mayo de 2015

Actividades para que tus hijos crezcan FELICES



  • Alentrar el optimismo: cada noche antes de que todos se vayan a dormir, tómate un momento para contarles a tus hijos tres cosas buenas de tu día y pídeles que hagan lo mismo. Esta es una rutina fácil pero que se recomienda por la socióloga de la Universidad de Berkeley.


  • El lado B. Si tus hijos se quejan porque, por ejemplo, perdieron una pieza de Lego, Carter aconseja decirles: “Tal vez alguien la encuentre y construya algo genial con ella”. Puedes incluso valerte de esta situación para proponerles un juego: convertir todo lo que sería un “por desgracia”, en un “afortunadamente”.

 

  • Empezar contentos. En lugar de un desayuno congelado, prepárales dos huevos revueltos con verduras, cereal o frutas con mucho potasio como el banano, para que tus hijos salgan a comerse al mundo.

 

 

  • Conoce a tus hijos. Las señales suelen ser claras: un niño feliz sonríe, juega, se muestra curioso; uno desdichado está retraído, callado y desinteresado. Sobre todo si tu hijo es tímido, tendrás que esforzarte para descifrar sus indicios,

 

  • Tiempo juntos. El mejor regalo para tus hijos (mejor que cualquier juguete), es la diversión compartida. Relaciónate, juega con ellos. Si tú te estás divirtiendo, ellos también. “Si creas lo que llamo una ‘niñez conectada´, darás el mejor paso para garantizar que tu hijo será feliz”

 

  • Ayúdalos a perfeccionar sus talentos. Las personas felices son a menudo aquellas que dominan una habilidad. Desde jugar al fútbol, hasta hacer ballet, déjalos elegir y acompáñalos. Aprendan de sus errores juntos, incúlcales la persistencia y la disciplina, para que luego experimenten la dicha de tener éxito gracias a su propio esfuerzo.

 

  • Permíteles estar tristes o enojados. Cuando tus hijos se esconden en un rincón en una fiesta o se enojan por algo, tu reacción natural podría ser empujarlos a unirse a la diversión o solucionar lo que los alborota. ¡No lo hagas! Es bueno dejarlos experimentar sus sentimientos, incluso esos que te angustian a ti.

  •  Usa un lenguaje positivo. En lugar de decirles lo que no tienen que hacer, prueba explicarles cómo hacer las cosas. Cambia el “no hagas eso”, “no seas perezoso” o “esto está mal”, por: “mejor haz esto”, “sé proactivo” o “esto sería aún mejor si…”

 

  • Enséñales a perder. Palabras de la experta: “Ellos deben saber que a veces se pierde y a veces se gana. Saber este concepto los ayuda a no frustrarse tanto. Cuando tu hijo pierda en un juego, en un deporte, en el colegio, dile algo como: ‘Hoy te fue mal, hay que prepararse mejor para mañana’ o ‘Tú puedes, esta vez no lo lograste, pero con esfuerzo lo vas a conseguir´”. ¿Cuáles de estos consejos ya llevas adelante y cuáles incorporarías?

 


 

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